A través de la interpretación de los clásicos, venimos a resaltar los patrones naturales que se nos hacen evidentes, sin quedarnos en especulaciones semánticas, resaltamos más bien la dinámica, la imagen. La naturaleza es común a todo ser vivo. Buscamos esos patrones naturales universales aplicables a la salud sin quedarnos tanto en la letra.

Además, no ponemos el énfasis en que el conocimiento venga de una vertiente conceptual, sino más bien en re-educar a la mente para que le de espacio al instrumento más valioso que posee el ser humano: La intuición.

El conocimiento, debe provenir de una vertiente física experiencial, para que nos de seguridad. Dejamos a la intuición el espacio que necesita como la fuente superior de conocimiento.

Como apunta Lao zi “El Dao sigue a lo espontáneo”. Y lo espontáneo es una manifestación del Dao, y la única manera de abordar la vida, que sin duda sigue este principio, es contando con la flexibilidad de una mente entrenada en los patrones de mutación de la naturaleza y con espacio para esa que forma intuitiva de conocimiento encuentre expresión sin entrar en contradicción con los cambios que suceden en el universo a nuestro alrededor , por que al fin y al cabo somos seres vivos y el universo que nos rodea es vida también.